La Torre de Macari y Segun Instituto Nacional de Cultura Considerada como Campanario de Macari. Refaccionada por el Parroco Gustavo Moyon en varias oprortunidades como las Administraciones Municipales y por ultimo se sugiere realizar la refacción del Techo Teja y Segundo Nivel de la Torre para su conservación y propiciar para el turismo vivencial de Macari. A continuación relatamos la verdadera historia y/o leyenda de la Torre de Macari:
La Torre de Macari y Segun Instituto Nacional de Cultura Considerada como Campanario de Macari.
Construcción de la época del coloniaje, se yergue majestuosa cual celoso guardián tutelar de la tranquila y apacible villa de Macari. Cuenta la leyenda que para la construcción de este coloso de adobe, los primitivos pobladores, enterraron en los cimientos de las cuatro esquinas cuatro hombres, escogidos de los mas empedernidos malhechores y que ésto debe su duración de mas de dos siglos aproximadamente. El poblador indígena antiguo como todavía el actual tienen la creencia que la torre tiene vida y por eso cuando presentan sus ofrendas mediante el " Ccoimi " o pago a la santa tierra o " Pachamama " no se olvidan también de invocar la protección de " Torre huaycho " como así le nombran.
Trabajado de tierra y paja, tiene su reciedumbre y sufre resignado las inclemencias del tiempo y los anos, con su tejado que parece un viejo sombrero retorcido, mira pasar el tiempo junto, a la vetusta y señora iglesia, y como un anciano que se calienta al sol, mientras evoca pretéritos recuerdos, contempla el presente con apacible dignidad, con su facha ya ruinosa tiene su presencia un no se que, que inspira el respeto de la cosa antigua que vieron y que saben de tantas cosas.
Igual que antaño, deja oír su voz de bronce para dar aviso de un incendio, anunciar una víspera, misas de domingos y de fiestas, moviendo a los católicos moradores a cumplir con los piadosos deberes, y también con su tañido lastimero acompaña hacia el camposanto el cuerpo inerte del señor de abolengo español igual que el del mísero aborigen indígena.
Testigo de coloquios nocturnos, de cuantas serenatas de nocherniegos y galanes, de cantos tiernos o ardientes, acompañados con las notas elevadas de los charangos, desperdigados en los pliegues trémulos de la noche o el plañido solitario de una quena junto al suave murmullo de las aguas, que se deslizan por las calles cual otras notas de voces quedos que dicen de amor, y en la niebla indecisa del amanecer, como si también hubiese jaraneado se le va desperezarse y con voz ronca y trasnochera llama al angelus, anunciando una nueva alborada.
Ahí esta la torre, obra de alarifes indígenas que desafiando la altura y con perdidas de cuantas vidas quizás, lograron levantarla ; y hoy nos sigue mirando con una mirada antigua y ojos nublados por los anos, hablándonos con lenguaje mudo de la historia de Macari, de época de grandezas y postraciones de generaciones de hombres y mujeres que pasaron por sus veras de apellidos ilustres de tronco español o indígena, de opulentos vecinos que no dejaron ninguna huella, ni un recuerdo de indígenas que reunidos junto a sus paredes con sus " llaculas " o capas negras, como los Varayoj, Segundas, huatanis y Mittanis mascando su coca y lliujta conferenciaban para realizar los trabajos de la faena o los servicios que deben prestar al párroco y las autoridades del pueblo.Y hoy que ve, cambiar la faz del pueblo otea en el amplio horizonte surgir nuevas generaciones de hombres transformando lo antiguo con lo nuevo con gesto incrédulo primero y convencido al final, parece que se irguiera aun mas, como si vislumbrara porvenires mejores, queriendo sacudirse de los búhos y murciélagos que moran en sus huecos, cual viejo solterón vanidoso, trata de borrar sus arrugas para ponerse a tono con lo moderno.
Dedicado a nuestro gran amigo Elmer Gamarra y Fanny Paucar desde el Corazón de Macari Luchito Cuellar
4 comentarios:
Sin duda la apacible villa de Macari posee una enorme tradicion y cultura andina escondida entre los rincones mas bellos de la region
Creo que tienes alma de poeta al describir tu tierra, en la que yo también algún tiempo viví por temporadas.
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